Educar en pandemia

publicado: 03 abril, 2023

Si ya de por sí es difícil que muchos alumnos encuentren la motivación para estudiar, este año de pandemia lo ha sido aún más. Y es que si tuviéramos que definir este año cómo han sido las aulas la palabra sería caos.

Los padres se han visto envueltos en una maraña de contradicciones, horarios que cambian, calendario y medidas diferentes para cada uno de sus hijos, y todo ello sin tener la seguridad de que mandar a sus hijos al aula fuera una opción segura.
Por otro lado, los profesores, que han tenido que adaptar los contenidos a clases semipresenciales, sin logística para ello y en muchas ocasiones sin una preparación para poder realizar la enseñanza usando las nuevas tecnologías.

Y los más afectados como siempre los estudiantes. El año pasado perdieron medio curso y esto les ha lastrado a la mayoría en este. Además, la falta de infraestructuras para impartir las clases de modo semipresencial ha hecho que muchos alumnos se desconecten de las clases. Muchos no se conectan a las clases online y en caso de hacerlo no prestan atención y si lo hacen ven que la mala conexión a internet, el mal audio o una imagen defectuosa hace que sea imposible seguir al profesor como es debido.

Es obvio que hemos tenido una situación extraordinaria, imposible de prever, siendo muy difícil una buena planificación sin tiempo ni recursos, pero también es claro que se podría haber hecho mejor. Por todo ello el refuerzo educativo fuera del horario lectivo es más importante que nunca. Reforzar las lecciones recibidas, ayudar con las nuevas tecnologías y dar confianza a los padres de que sus hijos no se quedan atrás es un reto que debemos imponernos, no sólo los centros educativos, sino toda la sociedad. Ahora más que nunca nuestro futuro depende de nuestra educación.